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2TODAS LAS RESPUESTAS LAS TIENE DIOS.....
LAS DIEZ PLAGAS...
DE EGIPTO.
Los fenómenos de las plagas de Egipto que aparecen en el relato bíblico son comunes en esta región. Algunos eran fenómenos corrientes en la antigüedad y aún hoy al llegar la primavera se puede ver al Nilo teñirse de un color rojo por las arcillas que trasporta en esa época de crecida anual. Solo el granizo es un fenómeno muy raro, aunque no desconocido en estas tierras. Quizás por eso la Biblia lo relata con más detalle al ser más desconocido (Ex 9,13-35). Por contraste la plaga de las tinieblas se narra más brevemente (Ex 10,21-27) por tratarse de una tormenta de arena probablemente.
La plaga de la muerte de los primogénitos es difícil de explicar pues según el relato mueren la misma noche (Ex 11,15; 12,29). De todas formas el relato ha sufrido un desarrollo, por ejemplo en Ex 4,23 se dice que solo moriría el primogénito del faraón. De todas las formas algunos especialistas médicos afirman que puede existir enfermedades que solo afecten a los primogénitos. Sin negar el hecho milagroso en si mismo, se puede dar una explicación natural a estos fenómenos.
Todo este relato aporta un elemento que podríamos decir fundamental o único: se trata de una reflexión sobre el poder de Yahwéh, Señor de Israel, que se extiende hasta Egipto. El Dios de Israel aparece en este relato como el verdadero soberano de Egipto porque dispone de un poder “superior” al del faraón… Más aún Yahwéh es el Señor de la naturaleza.
Esta orientación teológica del relato nos permite comprender que la intención del relato no es presentar los fenómenos como algo inusual e inexplicable, pues el conocedor de Egipto sabría la explicación natural de algunos de ellos al menos, sino que el relato quiere mostrar que sólo Dios, el Dios de Israel, es Señor de la creación… Ni el faraón, ni sus magos son capaces de dar órdenes al Nilo, a las ranas, a los mosquitos, etc… El poder del faraón es limitado no tanto porque no pueda hacer aquellas obras sino porque no puede dar órdenes a la “naturaleza”.
Efectivamente en el mundo antiguo lo natural estaba unido a lo sobrenatural, solo un poder divino podía actuar a través de la naturaleza. El relato bíblico lo que pretende es mostrar que todo aquello era intervención de Dios, que Dios actuaba a favor de Israel, que lo cuidaba y protegía de las plagas, mientras los egipcios las sufrían. Por tanto no debe extrañarnos que se haya vuelto posible “explicar” hoy las plagas de una manera natural y sencilla, pues el texto nos transmite cómo lo interpretaron los israelitas y los egipcios en aquel momento.
